La tristeza es también un tipo de defensa…


Semihundida que no hundida, sabiendo que la vida va a su aire impávida, sin tener en cuenta tus deseos, y no te queda otra que seguirle la corriente como a esa loca de la niebla de más abajo.

No sé por qué en esta sociedad tan mediatizada, donde todos se exhiben guapos, capaces y felices, está mal visto estar triste.

Pues yo estoy triste y quiero estarlo un tiempo. Quizá con la ilusión de que, como decía, William Shakespeare…

Mi desolación empiece a crear una mejor vida

O tal vez sólo sea , como decía Ivo Andric, Premio Nobel de Literatura en 1961, que...



Original: Perro semihundido, Goya, 1819-1823 

La tristeza es también un tipo de defensa 


Soy positiva, aunque fatalista y tengo bastante sentido del humor pero, cuando la tristeza llama a la puerta, la dejo entrar, y que se esté el tiempo que necesite, pues cuando ella llega es por algo importante…

No soy de las que ando por la vida contenta o triste sin más de un día para otro. 

Cuando estoy triste leo libros sobre el mar que me desconectan de mi realidad y me conectan con mi yo más íntimo, con el que me apetece estar.  

Y tú, ¿cómo te llevas con la tristeza? 

La loca, la niebla y la magia

 

Alguien que dice conocerme me aconsejó ir al psicólogo. Fui, por si acaso.

El psicólogo me dio de alta a la media hora de hablar conmigo. Dijo que yo era una loca-cuerda sin tratamiento.

A pesar de mi insistencia para que me tratara, me acompañó a la puerta y me dijo:

-      Hala, nena, ve a escampar la boira (ve a esparcir la niebla).

Una expresión que se utiliza en Cataluña para decirte que te largues, pero por si acaso, fui al Bazar de mi barrio, que tienen de todo, y les pregunté si tenían niebla. El chino que atendía el mostrador dijo:

-     ¿Niebla? Sí. Pasillo central a la izquierda, estante bajo…

En el estante bajo había una botella de cristal con luces led dentro, no me pareció niebla, pero por si acaso la compré.

-    Tú, buena suerte dijo el chino- mientras envolvía la niebla sin mucha traza en una hoja de periódico y sonreía pícaro. 


Salí del Bazar, tiré el envoltorio a la primera papelera que encontré y, con la botella iluminada en la mano, fui haciendo grandes eses para esparcir la niebla por el Paseo. Una señora mal carada me abordó.

- Se puede saber què fas ximple? (qué haces tonta) No ves que asustas a los niños.

- Estoy esparciendo niebla, le informé…

- ¿Niebla?  Pero si hace un sol y un calor de collons, res de niebla. Y eso que portas es una ampolla de Nadal (Navidad) del chino. (La mujer mezclaba el catalán y el castellano) Nena, ve al loquero.

Sin dejar de esparcir niebla a su alrededor, como si exorcizara su aura malhumorada, le sonreí.

- Mare meva, fas pena (das pena), nena. Ve al loquero…Y corriendo.

Y, niebla en mano, la loca-cuerda fue en busca de un psiquiatra sin mucha esperanza en su sanación…pero fue de todos modos, por si acaso…


“¿Sabes cuál es el problema de este mundo? Todos quieren una solución mágica a los problemas, pero todos rehúsan creer en la magia”

(Alicia en el País de las Maravillas)