Iracundos del planeta, sonrían, por favor, o muéranse


Decía Groucho Marx, que el humor es la razón cuando la vida se ha vuelto loca.

El mundo se ha vuelto loco, así que entren en razón y sonrían, por favor. Ríanse un poco, empezando por ustedes mismos.

Porque la risa le va a salvar del fanatismo, de la intolerancia y de ir por la vida con ese rictus que parece que esté oliendo mierda.
 Una sonrisa le hará parecer más guapo, y caerá mejor a los niños y a los animales.

La risa es gratuita, no tiene fecha de caducidad ni efectos secundarios.  Y hasta puede parecer inteligente, porque ya lo dijo Nietzsche, uno de mis filósofos favoritos:

“La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar”

¿Por qué hay tanta gente malhumorada, fanática, desagradable, iracunda, maleducada, alterada, vociferante? A río revuelto... ganancia de malhumorados.

Me tenéis harta, aunque también me dais pena por todas las maravillas que os perdéis por ser tan cenizos.

Voy a cambiar la letra de una canción que cantaban Los Sirex en mi adolescencia “Que se mueran los feos…”

...Por esta versión que os dedico con una gran sonrisa…

Que se mueran los malhumorados, los fanáticos, los que siempre ven el lado negativo y piensan que su mísera y su pequeña verdad es la única válida. Que se mueran…

Anda, no seas  desagradable y sonríe, por favor o muérete, nadie te va a echar de menos

Somos lo que NO hemos hecho

 

El otoño me vuelve introspectiva, aunque plena de energía, y suelo dar largos paseos en solitario mientras le doy vueltas a la cabeza…
  
Acabo de leer “Quien mató a mi padre” de Édouard Louis. Y cuando llego a la línea donde el joven escritor francés le enmienda la plana a Sartre y dice que no somos lo que pensamos ni lo que hacemos, que “somos lo que NO hemos hecho” Me da un sobresalto acompañado de un respingo.



Mi gata, que dormitaba plácida en mi regazo, huye a esconderse en lo alto del armario.


¡Somos lo que NO hemos hecho! 



Ahora entiendo mi desequilibrio no medicado, mi desasosiego intermitente y esa extraña melancolía que me acompaña siempre. 


Ya me decían las monjas que leer mucho me iba a poner más loca de lo que estaba. 

 No es locura, hermanas, es dualidad. 



Mi yo auténtico está sepultado debajo de las historias que no he vivido y en los sueños que nunca me he atrevido a hacer realidad. En las pasiones,  las Harley y las aventuras que me he negado…
 
 ...También en las oportunidades que no he tenido, que son muchas, y en las que he desaprovechado…


 

Encontrar el equilibrio entre lo que quería llegar a ser y lo que soy en realidad va a ser espectacular o un desastre.

Que Hopper me perdone una vez más, pero cuando pensé en mis dos yos, me vinieron a la memoria sus dos comediantes


 Cuando mis dos yos sean capaces de caminar de la mano ¿habré encontrado por fin el equilibrio…?

... o tal vez explosione al fin el desequilibrio total y empiece a tomar alguna pastillita de esas azules que te liberan de la realidad, de las responsabilidades y de las preguntas filosóficas y trascendentales.


Y tú, qué piensas de todo este embrollo. ¿Quién crees que eres?