Amo los libros que me afectan como un desastre…

Cuando aprendí a leer, descubrí que siempre tendría un lugar a donde ir cuando la vida no rimara con mis sueños. Un refugio para desconectarme de la realidad y despegar del suelo.  

No leo para distraerme. Para distraerme veo cine, salgo a vagabundear con mi cámara, bailo…, charlo. 

Leo porque necesito el batiburrillo de emociones que los libros me aportan.Leo también para aprender, y me gusta hacerlo con esa intimidad que sólo me da la lectura en papel. 

No me sirve cualquier lectura, creo como Kafka que…

«Necesitamos libros que nos afecten como un desastre, que nos entristezcan profundamente, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, como ser desterrados a un bosque alejado de todo, como un suicidio…

Y sobre todo pienso como él que…

…Un libro debe ser como el hacha que rompe el mar helado que habita dentro de nosotros»


Mi sueño, cuando disponga de más tiempo libre, es sentarme cerca de un ventanal con vistas al mar (ojalá) en un cómodo sillón orejero con dos pilas a cada lado de libros “intensos”, de esos que te hacen llorar, reír y viajar por mundos exóticos, parajes inhóspitos y sentimientos apasionados.

-Y tú, ¿qué relación mantienes con los libros?