A
mí me aburre conducir. También ir de copiloto en viajes muy largos, porque no
me relajo. Hace cinco años que no tenemos coche. Pero seguimos viajando,
siempre que el presupuesto nos lo
permite.
Queremos
ir a El Burgo de Osma, donde no
llega el tren y tampoco el avión, así que nos embarcamos en un autobús de línea, que viaja por carreteras
secundarias.
-Oh, oh, emoción a tope- le digo a Xavi nada más verlo.
Tiene Wifi nos dice el conductor ufano, y
también un aspecto vintage (como se llama
ahora a lo viejo) que me enternece.
Enciendo
la cámara, y me pongo Zen. Ni reloj llevo. Clic
Ahí
lo tienes, el toro que se salvo de la quema, que aquí tenemos mucha tradición
de inquisidores.
Unos
se lo querían cargar y otros declararlo patrimonio nacional o algo así.
Soy
de las que aboga por eliminar las corridas de toros y cualquier actividad que
implique maltrato, pero este torito sólo adorna las lomas, y a mí me gusta,
dejadlo en paz. Clic
Faltan pocos días para la primavera,
pero por aquí andan despistados. Clic
¿Dónde están los niños? Espero que en
la escuela alrededor de una buena estufa de leña. Clic
Xavi
ha mirado cuatro veces el reloj, rebulle en el asiento. Reniega cuando el
conductor se mete por un camino vecinal donde no se ve ni un gato…Ni acoge ni
deja ningún pasajero.
…Yo
sigo Zen, y capto este mosaico publicitario que me trae recuerdos de mi
infancia. Clic
Entonces
creía que Nitrato
de Chile era un trotamundos bohemio que ponían en las entradas de
los pueblos para incitarnos a la aventura. ¡Angelico!
Han
pasado dos horas y media largas y ya estamos llegando, última toma desde la
ventanilla. El Burgo de Osma nos saluda cobijado en sus murallas. Clic
Dicen
que “Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo” No vemos grajos, pero
el frío es del… Exacto.
Aquí
nos alojaremos y “tomaremos las aguas” como se decía antes. Un edificio
precioso, antigua universidad de Santa Catalina. Clic
Si
yo fuera rica, que cantaba aquel, me pondría un Balneario en casa y contrataría
a un masajista cachas para que me pusiera los músculos a tono.
Mientras
Xavi se ocupa del “papeleo” hago algunas fotos del interior. Clic
Y
cuando hacemos el recorrido turístico de rigor, juego a emular al pintor
Úrculo, el de los hombres con sombrero. El edificio se cae, claro que él lo hubiera
pintado derecho, pero yo no tengo más tiro de cámara, ni más hombre con
sombrero que mi Xavi. Clic
Oímos
de pasada que “Habemus Papa” y mira
por donde encuentro este escudo con las llaves de los tesoros del vaticano. Clic
A
esta pobre la pillaron sustrayendo unas cositas y ahí la tenéis, atrapada en un
conjuro con un monstruo pisoteándole la testa. Clic
¿Os
habéis fijado que las gárgolas o bajorrelieves de las iglesias o dan mucho miedito o son eróticas?
Y… ¿qué es un viaje por tierras de
Castilla sin un castillo en la lontananza o…
..o unas cigüeñas crotorando al viento?
-Saca el
pico, que nos están haciendo una foto. Hija, qué buche, siempre sales horrorosa…
Aunque Xavi juró y perjuró, cual Scarlett O'Hara, que ¡nunca más en Bus! (a la vuelta pillamos atasco a
la entrada de Madrid), a mí me encantó la experiencia.
Total, ¿dónde vamos con tanta prisa?
Y es que como dicen mis amigos y
enemigos, soy una friki, y como digo yo: hay otros mundos, pero están en éste.
¿Os los vais a perder?