Los niños cuando juegan eligen un trozo de mundo, lo manipulan y lo adaptan a su medida para comprenderlo.
Algunas cosas que he aprendido de los niños:
Los niños viven el presente, son tan intensos en el júbilo como en la tragedia, y tienen montones de estrategias para adaptar las “normas” a su disfrute y conveniencia. Son creativos, ocurrentes, divertidos y no tienen prejuicios, al menos en la primera infancia.
Mi nieta Sara de dos años y medio tiene pasión por Mickey Mouse, en concreto por el que podéis ver tendido, y cuando lo llevamos al Parque me va diciendo por el camino.
“Yaya, hay que compartir… (se sabe la norma, que adapta con una excepción) … “pero este Mickey es mío” (tenemos otros Mickeys que acepta compartir…de mala gana.
Antes de salir hacia el Parque se ha preocupado de que nos llevemos algunos juguetes "compartibles"
Este Mickey es muy especial, yo hablo con él y por él, y por supuesto le he pedido disculpas por aplastarle sus orejas con las pinzas de tender.
(Mi nieta lo verá limpio pero no colgado de la cuerda, creo que sufriría por si se cae)
Con tantas nietas y habiéndome dedicado algún tiempo a escribir para niños, tengo cuentos maravillosos, pero Sara tiene uno que es su preferido, y que sólo es una enumeración de frutas, verduras, comidas y bebidas varias, y que se sabe de memoria… (Aburrido para mí)
Cuando lo elige para verlo juntas me
dice con sorna “Otra vez este cuento” Zanjando cualquier posibilidad de
negociación e ironía por mi parte.
Dicen que envejecemos cuando dejamos de jugar, digan lo que digan mis médicos, pruebas diagnósticas y mi fecha de nacimiento, yo sigo jugando y me veo estupenda.
Y tú... ¿juegas?
Feliz Primavera o Feliz Otoño a todas y todos, incluidos los confiados machos de la mantis religiosa (dicen que sólo es una leyenda urbana, que no siempre la hembra se come a su pareja ocasional)