Dicen que todos tenemos una misión en la vida. Y ¿qué mejor idea para salir de la crisis, de la mía, al menos, que dedicar el 2012 a encontrarla?
¿Quién soy? Por ahí voy a empezar.
Soy una niña con el corazón partido y la cabeza llena de pájaros que anidan en un sombrero de chino mandarín. Una friki, vamos.
Soy un roto en un barco varado, un mascarón sin proa. Una fantasía troceada y recompuesta sin concierto. Un desastre.
Soy un gato jugando a desenredar la maraña de mis pensamientos. Un titiritero cauteloso en un alambre; la esquirla perdida de un espadachín, una pluma de indio del Canadá. Un caballo de cartón en el desván con praderas entre las patas. Una romántica.
Soy demasiadas cosas y necesito centrarme para ahorrar papel en mi próximo currículo, y de paso proteger los bosques.
Me retiro a mis cuarteles de invierno a preparar la batalla, consciente de que se vive por lo que se ama, de acuerdo, pero además yo necesito encontrar mi misión ¡ya mismo!, que diría un castizo.
Mimaos estas fiestas y tratad de ser felices
¡Hasta 2012!