Varios
grupos de subsaharianos se lanzan al agua con la intención de cubrir a nado unos
100 metros, la distancia entre la miseria conocida y el sueño de una vida digna
en algún lugar de Europa.
Desde
Ceuta, la Guardia Civil dispara pelotas de goma para disuadirlos.
Los
emigrantes no saben si les están disparando con pelotas de goma o con balas de
verdad. Se asustan y quince emigrantes mueren ahogados. Una patrullera cerca no
hace nada para rescatarlos.
“No
mueren aterrorizados por los disparos, se ahogan solos” dice sin inmutarse el presunto
periodista, Alfonso Merlos, y precisa que es que nadan como niños
de año y medio, y claro así les va…
Ya
le vale, señor Merlos, no es usted más tonto porque no entrena.
No
sé cómo no se le ha ocurrido que podrían venir en un Crucero en vez de
amontonarse en lanchas precarias o de juguete. O tomar clases con David Meca,
campeón del Mundo de Natación en Aguas Abiertas.
Apago
la tele. Y para conjurar el horror y vergüenza que me produce tanta
estupidez, crueldad y deshumanización me pongo a hacer un fotomontaje.
Y esto es lo que salió de un tirón.
Ah,
los dibujos no son influencia de Merlos, dibujo así, como los niños, y así me
va.