Alberto Rodríguez, el Manostijeras del Parlamento español

Alberto Rodríguez, nuevo diputado del Congreso español, ha sido insultado por medios de comunicación, compañeros de Parlamento y otras gentes de orden, sólo por llevar el pelo con rastas.

Me pregunto y os pregunto ¿por qué incomoda e irrita tanto que alguien se salga de la “norma”.

Lo que de verdad nos debería aterrorizar no son las personas originales,  que van como les da la gana, sino las masas uniformes que actúan, piensan (si es que lo hacen) según les dictan. Aun en contra de sus intereses...

... Eso sí parece raro y estúpido.
El Presidente en funciones, señor Rajoy, se pone en las manos de su nueva asesora de imagen

Las masas suelen ser sumisas e indiferentes, pero también pueden convertirse en jaurías que despedazan al que no encaja en el patrón establecido.

El miedo al diferente les hace burlarse y atacar al “raro” que perciben peligroso, según les han enseñado, mientras votan, jalean y consienten a los corruptos que los explotan y desprecian.
Sé que algunos pensáis que sigo siendo una frívola y que este post es sólo una excusa para disfrazarme de Eduardo Manostijeras…

Lo confieso, adoro esa peli, pero también quiero tentar a diputados y diputadas a que prueben este genial peinado, a ver si nuestro Parlamento viejuno se renueva, ¡aunque sea sólo por los pelos!

raro, ra
Del lat. rarus.
Extraordinario, poco común o frecuente.
Insigne, sobresaliente o excelente en su línea.
          ¡Maaaarchando una de raros!, que la mayoría de políticos “normales” en España están muy rancios.
¡Oído cocina!

La mujer abrió los ojos y descubrió que el Mundo seguía allí


Ella también seguía allí, enraizada a la tierra con su alma voladora y aventurera. Seguía allí,  con el corazón  anclado y el espíritu libre.

La mujer se sacudió el espumillón, desdecoró la casa, ordenó los armarios, adecentó  los cajones y se deshizo de lo innecesario.

Organizó por encima sus caóticos archivos, renovó la agenda y el calendario, calculó el presupuesto para Rebajas que le dio un total de cero bajo cero.

Camino de la peluquería, para arreglar el estropicio de un apaño de urgencias que le hicieron en el chino de al lado de casa…

 ...recibió un “meme” donde le anunciaban que el fin del mundo era inminente… y ella, frívola hasta  el apocalipsis, mirándose en la luna de un escaparate pensó fatalista…
…¿El fin del mundo…? Lo que faltaba, ¡y yo con estos pelos!

Dedicado con cariño a todas las madres, abuelas, madrinas  y tietas que año tras año sobreviven a las Fiestas Navideñas