Los primeros copos de nieve me pillan vestida de largo, pero no sin mi cámara. A partir de ese momento y en diferentes salidas inicio la caza por un Madrid que con cada copo acumulado se torna más bello.
Parque del Retiro
Desde el balcón de casa
Geometría a pie de calle
Buscando las zonas verdes que suelen cuidar cuando no nieva, o sea casi siempre
Un tiburón me observa de reojo
Muñecos de nieve zombies a la luz de la farola
Se ha caído un árbol, se ha roto un paisaje... y quizá también algún coche
La espera del Bus que no llega empieza a tener consecuencias. Menos mal que lleva gorro
Dudando entre darse un masaje para entrar en calor o hacerse la manicura rojo pasión
La bella mira altiva como la nieve ajada se torna gris y se convierte en un batiburrillo de barro y hielo
La bestia se adentra en territorio hostil pese a su edad provecta y su vestimenta poco apropiada.
Con entusiasmo se hunde hasta más allá de las rodillas en la nieve blanda, se tira bolas a sí misma, y se ríe sola entre resbalones y uy y ay cuando consigue llegar a su guarida sana y salva y con alguna pieza de caza interesante en su objetivo.
Queridos amigos y bloguers:
ResponderEliminarLo primero deciros que he disfrutado muchísimo ya que adoro la nieve, no me he caido, y no he pasado frío, a veces hasta un poco de calor, pese a no tener ropa impermeable, salvo las botas.
Los gorros me agobian, así que era la única en la calle que iba con la cabeza descubierta.
He hecho muchas fotos, y ha sido difícil elegir, pero éstas son las que me gustan a mí, aunque tenga alguna de esas de "oh, que bonito paisaje"
Ya me contáis que os parece o lo que queráis.
Mimaos, y a los frioleros decirles que no se preocupen, que ya vendrá el verano, por mí que tarde un poco.
·.
ResponderEliminarEmpezaré por la foto que destaca,entre ese fantástico reportaje blanco. La del paraguas rojo. ¡Ni que me hubieras pillado allí (tengo que comprarme uno rojo que el negro, el azul y del de flores no riman con mi cutis)
Me hubiera haber estado ahí para darme un paseo con raquetas. Tendré que conformarme con la posibilidad del próximo miércoles...
Si tus fotos son siempre estupendas, y en blanco y negro más, tus letras siempre nos arrancan una sonrisa... como mínimo.
BPdMyN
.·
LaMiradaAusente · & · CristalRasgado
maravillosas fotos, te felicito y te agradezco el reportaje.
ResponderEliminar¡Qué bueno! Me gustaron todas, pero más me gustó la que tomaste desde tu ventana.
ResponderEliminarMe gustaría conocer la nieve cayendo. No pierdo las esperanzas ya que acá en Brasil se puede hacer eso viajando en invierno a uno de los pueblitos montañosos de los estados sureños...De todos modos, insisto, gracias por tus fotos
Bonito reportaje. Abrígate.
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ResponderEliminarNo dudo de los inconvenientes que habrá causado, pero ¡qué bonito se ve Madrid así! Me han gustado tanto las fotos que rompo mi silencio.
Un abrazo
Manouche tu comentario se fue al otro post, pero te contesto aquí:
ResponderEliminarJe t'ai reconnue dans ton traineau à chien passant dans les rues de Madrid !!!!
MANOUCHE:
Oh, Manouche, marcher avec un traîneau à chiens à travers Madrid, ça aurait été un rêve.
Un abrazo,
Magnífica serie la que has conseguido con la nieve. Me gustan los matices de color y el detalle de la nieve por ejemplo en el coche. La foto del árbol caído es brutal.
ResponderEliminarAhora miraré tu blog.
Saludos.
Ay, Tesa querida como me he acordado de ti...Ya sabía yo que ibas a disfrutar mucho de la nieve. Se que te gusta porque lo has comentado en mi blog cuando he hecho alguna entrada de mis años en Guardo. Aquí también ha nevado y he podido disfrutar como una chiquilla.
ResponderEliminarTus fotos son magníficas. Te imagino tratando de rescatar tanta belleza y teniendo cuidado de no ir de bruces al suelo.
Yo estuve toda una tarde en la calle nada más comenzó a nevar y no sentía las manos, ni podía casi utilizar la cámara.
Siempre es un soplo de aire fresco visitarte.
Un abrazo inmenso.
Magníficas fotos, Tesa, me encantan. De nuevo gracias por compartir este invierno madrileño. Aunque te veo por allí muy temeraria, con ropa algo ligera para las temperaturas congelantes. No cabe duda que tú solita te echas a andar. Vale más el ánimo que una rodilla biónica, ¿a que sí?
ResponderEliminarHola Tesa.. Ya veo que has disfrutado del manto blanco. A me hubiera gustado disfrutarlo en el apartamento de Camprodon, que está precioso, de postal, y allí la gente está acostumbrada a esas nevadas, pero el coñazo del confinamiento no he podido disfrutarlo. Aquí en BCN, lluvia y de nieve nada. Así que nos distraeremos esperando haber quien gana las elecciones al Barça, y en casa calentito con un buen café, una Ratafía y unos carquinyolis..
ResponderEliminarBlancos y radiantes abrazos.
Me alegro que disfrutaras y que no cayeras !!!!
ResponderEliminarLas fotos estupendas , tienes muy buen gusto para elegir y con tu texto nos hemos divertido un rato.
Un abrazo y cuídate mucho
MariPaz.
ResponderEliminarHola, bonita, yo tengo un truco para hacer fotos con frío:
En el guante de la mano derecha que uso para ese menester y que es de lana y largo, he cortado lo que correspondería a la primera falange del índice, y también el pulgar. Y así hago las fotos con las manos calientes y esos dos dedos operativos.
He salido cada día que ha nevado, Maripaz, hasta el sábado que no paró de nevar en todo el día y además con ventisca, entonces me fui con un gran paraguas transparente con gotas rojas para preservar la cámara, que a mí me daba igual llenarme de nieve.
Un abrazo,
SILVIA TERESA:
ResponderEliminarAy, Silvia, lo que dices de la ropa ligera, tienes razón y, aunque no soy friolera, he caido en la cuenta que en mi fondo de armario faltaba un anorak abrigado y que me gustara.
Y hoy lo conseguí en las rebajas: Me encanta, largo, entallado, por supuesto negro y con una gran capucha con peluche, vamos que me sentía la Binoche en la película de Isabel Coixet "Nadie quiere la noche" pero el mío muy ligero, ya que el que llevaba la actriz era de astracán y pesaba 22 kilos.
Un abrazo,
ESMERALDA:
ResponderEliminarLa nieve y yo nos entendemos bien. recuerdos felices de mi infancia.
Cuando está blanda no hay problema, te metes en ella sin miedo, como un bizcocho en un tazón de nata.
Cuando se endurece, calzado con marcas en las suelas, cuanto más mejor y caminar como los pinguinos a pasitos y con el cuerpo algo adelantado.
Bueno, a mí a veces me queda como un pinguino cojo, pero no me caí, y hoy dieron la noticia que había unas 50 fracturas cada hora en Madrid relacionadas con la nevada, así que me siento una campeona.
Una abraçada,
ALFONSO:
ResponderEliminarComo ves, hasta para comentar soy caótica.
Hazte ya con un paraguas rojo que va con tu cutis, resaltará tus bonitos ojos y además hara juego con el color de tu espíritu.
Un abrazo, guapo.
Magnifico el modo en que has documentado el paso por Madrid de esta inmensa borrasca. Me ha encantado contemplar tus imagenes.
ResponderEliminarPor aqui ha llovido, pero la nieve no suele hacer acto de presencia
Un abrazo, amiga
Me gustan todas, todas, todas, pero yo creo que tendrías que publicar más para que comprobemos si hiciste bien la selección, jjjjjj
ResponderEliminarAbrazo.
Hola, Tesa.
ResponderEliminarSi tuviera que quedarme con una de las fotos de tu paseo, me quedaría sin duda con la de la Cuesta de Moyano. Ese toque rojo del paraguas de la esquina derecha inferior entre tanto blanco y matices de gris me la hace muy atractiva. Me la quedo, sin más.
Yo también he salido a caminar todos estos días, y eso que mi barrio está impracticable, pues mi calle es un "cul de sac" y nadie viene a retirar la nieve y el hielo subsiguiente. Mejor, está muy bonito. Eso sí, salgo con crampones y botas de montaña. Un lujo. Y con gorro, claro, según las leyes de la Física, el calor se escapa por los lugares menos protegidos. No todos tenemos un gorro natural como el tuyo.
Pero no puedo sacar el coche del garaje. He pensado llamar a Pablo Casado, "el Palas" para que me eche una mano a la hora de despejar la rampa.
Un abrazo con guantes, abrigo y crampones. Y mascarilla. Y gorro, claro.
DIEGO:
ResponderEliminarHola, guapo, te imagino disfrutando tanto como yo del espectáculo. Eso sí, se nota que eres un hombre de montaña, hasta crampones, madre mía, no como otras.
A ti no te hace falta que venga "el palas" a abrirte paso.
El coche que espere.
Mi calle también es pequeña aunque estoy rodeada de vías grandes, suerte que los vecinos han abierto pasos transitables para los de ciudad que no tenemos equipamiento para Filomenas borrascosas.
Todavía hay bastante nieve por aquí, y días soleados, pero muy fríos, estamos a -5ºC. Eso sí, te deja el cutis planchado.
Un abrazo,
Ildefonso:
ResponderEliminarMe imagino el partido que le sacarías tú con tu maestría a una Córdoba nevada, sería de ensueño.
Un abrazo,
TEJÓN: Bueno, igual me animo a mostrar alguna más.
ResponderEliminarPero tú bien sabes por experiencia, que las que nos gustan a nosotros no siempre coinciden con la mirada o los gustos de otro fotógrafo o de otra persona.
Me paso a verte.
Un abrazo,
Esas miardas desde la pintura al lente de un inviernos entre hostil y bellamente de asombro. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarcorreción: miradas. Carlos
ResponderEliminarBelissimo Madrid, vestido de branco!
ResponderEliminarHermosas imagens que ficam na memória como maravilhosas recordações!
Saludos!
Hola Tesa.
ResponderEliminarSi bien la nieve es para mi un paisaje cotidiano desde hacen 38 años, me asombra ver Madrid nevada desde tu enfoque personal.
Bellas fotos! Coincido con quienes creen que ese paraguas rojo da un toque muy particular a tu maravillosa toma.
La que has obtenido desde tu balcón "me chifla" y la del árbol caído también.
Preciosas imágenes todas Tesa!
Por aquí, a pesar de ser verano, hace apenas tres días atrás ha nevado en la montaña.
Luego regresó el sol y hoy apenas asoman unos manchones blancos en los picos.
Abrazo y beso con barbijo
ResponderEliminarQue hermosas fotografías,
me han encantado todas,
sabes a mi también me agrada
mucho la nieve.
Besitos dulces
Siby
Bien os llegó filomena por ahí. Increible que que llevara tanto guardado. La bella te mira desafiente. Ahora cuidadito con el hielo a tu rodilla no le vendría bien un mal tropezón.
ResponderEliminarBuen fin de semana Tesa. Cuídate y abrígate.
Un abrazo.
¡Que maravilla de fotos Tesa! A mi también me encanta la nieve aunque en mi ciudad no ha nevado en abundancia desde el año 1962. Podrías hacer otra entrada con tus fotos nevadas.
ResponderEliminarAbrazos.
Jolín Tesa, menuda colección! cuando te pones, te pones; y mira que es difícil la fotografía de nieve, con tanto predominio de blanco. Son fantásticas y en BN quedan genial. Todas son espectaculares; una muestra de tu saber hacer. Todas de estilos distintos y de gran calidad en la técnica y grandiosa tu forma de mirar. Engrandeciendo los detalles, los colores selectivos y haciendo que nos recreemos en lo que tu quieres.
ResponderEliminarUn beso :)
La bestia es una artista y un prodigio de recursos y sensibilidad. Te veo genial, querida Tesa, estás siempre en onda, sea invierno o verano, nieve o haga solazo. No sabría con qué foto quedarme, la del paraguas o la del león, las tuyas o las de la limpieza, el tiburón o los árboles nevados. A todo le sacas partido, fiera que eres!!!
ResponderEliminarMi admiración, mi aplauso, mis besos.
Impresionantes imagenes nos ha dejado, Madrid. Menuda Nevada!!! Buen reportaje, Tesa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es linda la nieve cuando no se tiene que lidiar con ella, pues sí, me he refrescado, aunque me quedo con el calor de Valdivia, no con el asqueroso del norte.
ResponderEliminarYo deseo mucha salud para ti también. El no poder comer normal, tal vez, sólo tal vez, me haga perder algunos kilos (todo tiene su lado bueno si lo queremos ver). Lo mejor para ti y tu cámara este año, Tesa querida)
Un abrazo
Carlos Augusto:
ResponderEliminarSiempre que escribo tu nombre me parece regio, de emperador...Como me gusta el invierno mi mirada siempre se fija en la belleza, y que hay más bello que la nieve... Otra cosa es es deshielo y la suciedad que se genera después de una gran nevada.
Un abrazo, poeta.
Lu.
ResponderEliminarquerida, Lu, sí lo que para los madrileños es asombro, para ti es cotidianidad, pero recuerdo cuando era pequeña no ir al colegio por grandes nevadas, así que al menos en mi memoria la nieve no solo es ajena sino que forma parte de mi infancia más feliz.
Un abrazo,
Syby:
ResponderEliminarVan para ti también besos fresquitos, todavía rodeados de nieve.
Laura:
ResponderEliminarVoy con mucho cuidado, pero tengo un sexto sentido con la nieve, ni un resbalón.
Besos,
Conchi:
ResponderEliminarComo te comenté en tu blog, no estaba en Barcelona para la gran nevada de 1962, mi marido sí la recuerda, pero tengo fotos de 2010 con las playas de Poble Nou cubiertas de blanco, nevó poco rato pero muy intenso y ahí estaba yo llegando de trabajar, y sin comer ni nada me fui con la cámara a plasmarlo.
Abrazos,
Gumer:
ResponderEliminarHola, Gumer, sí me faltaba inspiración, la nieve ha sido un paréntesis en mi sequía creativa.
Imagino lo que hubieras hecho tú con un entorno a pie de casa tan espectacular.
Suplo la falta de técnica y de equipo con la intuición, la pasión y el gusto por el juego.
Un beso,
VIRGI:
ResponderEliminarMi querida Virgi, como se nota que eres mi amiga y me ves con buenos ojos, como diría mi abuela.
A mí me gustaría escribir como tú y poder bañarme en el mar aun en invierno, así que mi admiración, mi aplauso y miles de besos
Jordi:
ResponderEliminar¿Te imaginas Jordi salir con tu camara con una nevada así por tus entornos bellos?
La nieve es muy agradecida, sólo tienes que encuadrar y en mi caso cruzar los dedos para que el automático no se vuelva loco, pues he tirado todas las fotos en automático.
Un abrazo,
Maru:
ResponderEliminarCuando la salud se revoluciona no nos queda otra que ponerle un poco de humor y tratar de encontrar algún punto positivo. Me hiciste reír con tu dieta obligada.
Mímate mucho, pese a todo. Un abrazo,
Qué preciosidad... hasta que alguien resbala y se cae.
ResponderEliminarPero qué preciosidad todo, y qué ganas de revolvcarme y hacer la croqueta.
Besos gélidos
A do outro lado da xanela:
ResponderEliminarLo de revolcarse cuando está recien caida y esponjosa es una tentación.
Y lo de resbalarse una consecuencia de no estar acostumbrados ni equipados para algo así. Parece que ha habido mucho trajín en traumatología.
Me paso a verte y seguro que a echar unas risas.
Besos lluviosos, que si digo húmedos empieza a subir el tono de la comunicación.
Se han debido de enterar tanto la Ayuso como el Almeida, de lo mucho que tu disfrutas con la nieve, que han decidido dejarla en las calles unos quince días más.
ResponderEliminarAunque yo, que soy un mal pensado, pienso, que lo intentan es llenar el Isabel Zendal a base de las caídas producidas por el hielo aún no recogido, y montar el kiosko con bocatas de salchichas, e invitar a la prensa para que plasmen ese feliz y anhelado momento del hospital a rebozar.
Todas preciosas, por lo que no cabe destacar ninguna.
Un fuerte abrazo.
Manuel:
ResponderEliminarAy, Manuel, me has hecho reír. Creo que quieren que "una roja" de toda la vida como yo se pase a su bando (o banda) como sea, además de llenar el Zendal, aunque no sé si tienen guisantes con moho para todos. Mira la noticia, es de alucine.
Un placer verte por aquí, Manuel.
Abrazos,
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarVeo que por ahí también estáis bien servidos.
ResponderEliminarParece mentira cómo cambia el paisaje urbano mecido en esa blanca cuna que al principio todo lo decora.
Aunque sé por la que viví en Barcelona, que pocos días después, en las ciudades sin historia de nieves ese Paraíso no puede ser más infernal.
Pero la belleza está ahi, como bien has dejado testimonio. Un beso.
MUCHA:
ResponderEliminarOh, Mucha, cuanto siento que hayas eliminado tu comentario, aunque lo he podido leer ya que me llega a mi correo.
He tenido una semana de locos, sin apenas tiempo para sentarme al ordenador, pero si llegué a leer tu apasionado relato en tu otro blog, pensaba volver a leerlo con calma este fin de semana y comentarte, espero llegar a tiempo.
Un abrazo,
Ana Mª Ferrín.
ResponderEliminarQué razón tienes, Ana Mª, en Madrid después de la belleza de los primeros días, nos ha invadido la suciedad, que es lo que más me molesta, y no tanto el hielo u otros inconvenientes que puedo sortear.
La nieve acumulada en la terraza de mi edificio, cuyo siguiente piso es el mío, nos ha producido unos cuantos imperfectos en el techo del salón, nada que no puedan subsanar los Seguro, pero el incordio está servido. Sólo en pensar en quitar cuadros y demás para pintar me pone los pelos como escarpias.
Aunque ni siquiera así, reniego del primer disfrute.
Un beso,
Mí Nombre es Mucha:
ResponderEliminarOh, llegué tarde a tu otro blog para comentar... pero quería decierte que la primera parte del relato me pareció fascinante.
Creo que para los hombres la pasión más desbordada es sólo un ensayo para la siguiente que anhela...
... en cambio las mujeres, cuando encontramos una pasión "perfecta" nos gustaría quedarnos en ella para siempre, sin que nada cambiara.
Pero eso es imposible, porque las pasiones son esquivas y cambiantes y sobre todo exigen mucha generosidad y dedicación.
Un abrazo, bella.
Gracias Tesa- Cerré el blog por ahora jajaja Pero oienso abrirlo nuevamente. Ya te contaré en secreto lo que ha oasadp. Al borrarlo los comentarios tambien se borraron
ResponderEliminartesa querida lo publiqué en recomenzar abrazos van
ResponderEliminarQué preciosidad de fotos Tesa!!! me encanta ver Madrid así nevado y me llevo un poco de fresquito para acá aunque sea virtual!!
ResponderEliminarEsas bonitas imágenes me han refrescado un montón!!!
Gelo tem, mas limão e cachaça,
ResponderEliminarnão. Que pena... queria tanto
fazer umas caipirinhas. (risos)
Hola paso para dejarte un saludo. Madre mía que preciosidad de fotos son espectaculares y algunas muy crudas.
ResponderEliminarMaman:
ResponderEliminarNo quiero pensar en el verano... Claro que por ahí donde andas ya estáis en ello. Me paso a verte. Abrazos.
Silvioafonso:
Seguro que una caipirinha con esos ingredientes y agitada por ti estará deliciosa, pero sobre todo muy fría, como a mí me gusta.
Nany:
Al final los árboles que cayeron cerca de casa, no rompieron ningún coche, pero sí me da mucha pena ver tantos árboles caidos y destrozados en Madrid.
Un beso,
Tesa querida, te extraño en la blogosfera.
ResponderEliminarVenía a saludarte.
Un beso y un abrazo inmenso.
Maripaz:
ResponderEliminarAy, cielo, es que mi vida es una locura. Me levanto pronto y me acuesto tarde, pero así y todo tengo poco tiempo para sentarme tranquila delante del ordenador, salvo algún rato, y el fin de semana.
Voy en breve a visitarte.
Un abrazo,