Mientras la cajera trata de averiguar el coste de un producto sin etiquetar, el hombre que me precede en la cola de Súper me dice, señalando mi carro con una variada y abundante compra:
-Se nota que usted vive rodeada de gente. Mire mi cesta, es la compra de un solitario.
Dos raciones de comida gourmet, una botella de buen vino y muchísimos helados con diferentes presentaciones.
- Es una locura esa cantidad de helados para una persona. ¿De verdad se los va a comer todos?
-Ya lo creo, los solitarios y los helados combinan de maravilla.
-Me da dentera sólo de imaginarme comiendo tantos helados. ¿Y con qué los acompaña?
Se ríe con ganas y contesta divertido.
- ¡Con buenos recuerdos! A estas alturas de mi vida, sólo recuerdo lo bueno…
Regresa la cajera. El solitario paga su compra y nos despedimos con una sonrisa cómplice por ese pequeño momento de confidencias.
Mi entrenador personal controlando mi dieta, siempre le cuelo una botellita de vino que hago pasar por zumo. Es muy estricto. Creo que los músculos le aprietan el cerebro. |
Pensando en mi entrenador...
-Ah, no se olvide de poner más recuerdos que helados en el menú, si no quiere perder la cintura.
Mientras arrastro la compra camino de casa pienso en qué hacía yo cuando me sentía sola, uf, nada de helados. Cuando estoy mal apenas como.
Me tienta beber, pero no lo hago porque no me gusta perder el control.
Caminar sin rumbo, sola, es lo mío. Camino el tiempo proporcional al dolor que siento. Mover las piernas airea mis pensamientos y me calma.
Y tú, ¿qué comes o haces cuando te invade la soledad, la tristeza, la nostalgia, el desencanto, el desamor…?
Queridos amigos y bloguers. Lo que os cuento sucedió este verano.
ResponderEliminarAl llegar a casa apunté la idea “helados y solitarios” Material literario lo llamo yo, sacado de la vida real.
Siempre había creído que eso de comer cuando estás triste era muy peliculero y literario… A mí no me apetece.
… Mi mejor dieta para perder peso sin esfuerzo es:
estar triste o iniciar una relación intensa y apasionada, dos cosas que ahora no me puedo permitir.
Tampoco me gustan mucho los helados ni los dulces, salvo los bombones… Ni comer mucho, aunque me encanta comer bien.
Espero que me contéis vuestros trucos para pasar las malas rachas y así entre todas y todos podemos hacer un “post de auto ayuda” sin despeinarnos.
Caminar y el sentido del humor me siguen funcionando, pero…¿quien sabe qué puedo descubrir con vuestras aportaciones?
Muchas gracias por pasar un rato por el Almacén. Os voy visitando.
Mimaos.
Y que buenas son esas confidencias de supermercado, hay veces que nos cuentan más de lo que quieren.
ResponderEliminarYo cuando la soledad quiere acompañarme, me aferro al chocolate negro, es un buen bálsamo 😉lo pellizco y con cada uno la voy dejando que se se vaya diluyendo.
Buen fin de semana.
Un abrazo.
Los buenos recuerdos combinan con todo.
ResponderEliminarLo que cuentas es muy gráfico, provocador de recuerdos. Y el supermercado tiene un peligro...
ResponderEliminarUna amiga uruguaya que estaba pasando muy mal la soledad, exiliada en BCN durante la dictadura, me contó que un día de bajón entró en el Hipercor de la avenida Meridiana y se fue directa a por el guardia de seguridad. Cuando estaba a punto de abrazarlo tuvo un arranque de cordura y paró en seco, con el guardia mirándola extrañado.
Era una profesora con mucho humor y lo contaba muy seria:
"Lastima, porque el milico estaba hermoso y bizcochable. Pero reflexioné y entré a comprarme dos tabletas de chocolate. No fue lo mismo, pero..."
Petonets.
Pese a haber sido muy feliz, también me ha tocado afrontar momentos muy tristes en mi vida.
ResponderEliminarY créeme, me he sentido perdida, no sabía bien qué camino tomar, llegando a cierta etapa de la vida... ¡qué difícil es volverte a encontrar!
No tenía apetito, ni helados, dulces o el mejor manjar lograba estimular los jugos gástricos de mi estómago, perdí varios kilos, ni yo misma me reconocía, había avejentado de golpe.
Pero aún tenía un recurso y recurrí a la mejor terapia que conocía: Me puse a escribir, un día abrí la ventana de mi corazón y empecé a desvelar mis sentimientos, lo recomiendo, en mí ha funcionado perfectamente.
Y con una sonrisa de esperanza para todos aquellos que se sientan nostálgicos, te dejo a ti un fuerte abrazo.
Kasioles
Antes, cuando era delgada como una varita de nardo, sí que me refugiaba en los helados y en los chocolates, pero ahora que estoy gorda me deprimiría más si hiciera lo que otrora, además, mi sobrina la nutrióloga me diría: "si quieres suicidarte hazlo rápido y córtate las venas, pero no te mates lentamente con una excesiva ingesta de azúcares.
ResponderEliminarMe gusta lo que tu haces, Tesa. Eso de caminar proporcionalmente a tu tristeza a que te vuelve una perfecta flâneur. yo como soy bastante floja y porque lo de caminar sin rumbo por las calles de Ciudad de México se torna muy peligroso, prefiero refugiarme en la música. A veces, cómo no, se me antoja acompañar blue notes con un whiskito o un Martini extra seco, pero luego sé que terminaré yo desentonando, así que mejor no.
Yo identifico la soledad buscada con un cachito de felicidad. La soledad "institucional" ya e otra cosa. Soy poco aficionado a los helados. En esas "rachas", yo me voy a caminar solo por el monte o me meto en una piscina, largo va, largo viene. Y vuelvo (o salgo) renovado. Beso, Tesa.
ResponderEliminarYo me lleno de buenas películas en mis momentos de soledad, por lo menos controlo mejor el peso.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana con humor.
¿De qué soledad hablamos?... Y ¿de qué helado?...
ResponderEliminarLa soledad elegida es un lujo para mí y la disfruto cuando tengo ocasión.
Y el helado no me es imprescindible pero para traerme buenos recuerdos tiene que ser de pistacho.
Peco mucho más con los frutos secos cuando necesito compañía y no la tengo.
Besos y sonrisas, Tesa :))
Hola Tesa.. Que tal estas, bueno ya veo que con una linea fantástica, y es que no me extraña, con ese entrenador, ejercicio sano, helados cero y sin cafeína, o eso es la Coca cola, y dormir por las noches en la nevera, pues eso, no me extraña.
ResponderEliminarEso si la soledad ya sabes que la combato, saliendo ha comer, desayunar o como mínimo hacer el "vermutillo" con algún amigo, que me cuente cosas para las entradas a los Blogs..jeje.
Un abrazo amiga...
Tesa querida
ResponderEliminarLo estoy leyendo a Lorenç Gimenez :)
Yo adoro la soledad de mis momentos. No haría nada para embarrar lo que tengo poniendo gente que me entretenga.....cuando dormir a solas desnuda a veces es casi mejor
Primero quiero hablar de la maravilla de tu texto De las fotos tan bien tomadas.
De la energía de tu cerebro
para hacer una entrada compleja como la que has armado Intelectualmente escrita e imaginada.
Cada dia estás mas linda
Cada día escribís mejor
Debe de ser Sara y Nora Tus dos ángeles
que te han transformado en una madre joven llena de pálpitos emociones palabras ....
La soledad vos sabes la adoro embarrada por momentos sensuales, ideas locas y ganas de vivir.
Vos sabes me gustan muy muy guapos!!!!! con voz varonil de susurro....!!!!! Y no me quejo tengo suerte....
Tomo helados me gusta lamerlos a solas a las once de la noche sin avisar a nadie metida en un short azul y una camiseta blanca....sin brassiere salgo a manejar mis momentos
Y mientras casi todas mis amigas se quejan por falta de un hombre yo juego al ajedrez de una manera especial jajaja
Sos mi compinche bella y querida abu.......chau
MUCHA:
ResponderEliminarComo decía Lauren Bacall "Yo soy esencialmente una solitaria"
No sufro ni he sufrido por la soledad, me encanta, quiza porque mi soledad la elijo y la puedo poblar cuando me apetece.
En cuanto a que mis peques me hacen rejuvenecer, eres un sol, Mucha, me siento bien a mis 65, con mucha energía, y claro que solo pongo las fotos en las que me veo resultona.
Me parece genial como afrontas tu vida, Mucha, te lo digo siempre.
Te comprendo tan bien... Sigue asi, no cambies.
Un abrazo, bella
Y si es de chocolate, mejor. Que es buen sustitutivo al amor.
ResponderEliminarAunque mis favoritos son de nata. Blanco el helado y marrón la galleta. Es un gusto tomarlos, acariciarlos con la lengua y pasar el tiempo en soledad con mi helado. Sí.
Atentamente,
Un diario personal más
Ay, que seria de nosotros sin los helados, el chocolate y los gatos...
ResponderEliminarJa,ja,ja... Bromeo, amiga
La verdad es que lo pruebo poco, y gato no tengo siquiera (hace mil años hubo alguno pero era el el que me tenia a mi...)
Un abrazo
Hola Tes
ResponderEliminarComo ya dijo alguien ¿de qué soledad hablamos?
A ver; a mi me encanta ir a mi aire, hacer cada minuto lo que realmente se me dan las ganas y eso me resulta estupendo. Es la gran ventaja de vivir sola.
Por lo demás soy un ser sociable, necesito mi tiempo de compartir y me encanta juntarme con gente amiga con sentido del humor y buenas vibras.
La soledad no se evapora porque uno se rodee de gente...eso es lo que a mi me parece.
A veces la soledad es intrínseca y va con uno adonde sea que vaya. Estés en una gran fiesta, en un carnaval o donde quiera que estés. Y no necesariamente es sinónimo de tristeza
Si se trata de un momento triste...bueno, cuando me da bajón yo cocino. Nada más placentero en esos momentos que cocinar. Me encanta hacerlo, cocino bien, sabroso, y luego...¡como!
Pero como siempre, me gusta saborear la comida. No comer en cantidades , pero sí comer rico rico. No es que como más si me siento algo triste.
¿Y los kilitos de mas? ¿Y mañana? ...¡MAÑANA VEMOS!
Un abrazo
La soledad no es negativa, siempre y cuando no te haga sentir mal y puedas aprovecharla para conocerte mejor. Pero, ¿qué ocurre cuando es la soledad quien me define? Yo elijo la soledad y ello me hace feliz, ¿es esto posible?
ResponderEliminar«Y algunas veces suelo recostar mi cabeza en el hombro de la luna y le hablo de esa amante inoportuna que se llama soledad»
-Joaquín Sabina-
Un saludo respetuoso
De nuevo llego a tu espacio, y la verdad que tu post me ha encantado. Helados, y recuerdos. Caminar ayuda, para combatir esos días tontos, como los llamo yo. A mi me gusta leer, y sobre todo escribir... es la mejor terapia. Saludos
ResponderEliminarPocas veces me he sentido sola, tal vez por ello me voy al encuentro de mi soledad al mar, donde me repienso, donde me encuentro y donde están todos los que echo en falta
ResponderEliminarEso si a las noches , sobre todo en el invierno , no es que coma , más bien hago postres para los que puedan llegar a casa, siempre me gusta endulzarles la vida, que en estos tiempos la cocina se practica poco y el gusto por el placer del paladar, con tanta prisa, con tanta dieta , con tanta crisis a muchos se les va volviendo demasiado soso
Tesa es bien cierto que observando una cesta de la compra un@ puede intuir o imaginar que clase de vida tiene ... aunque ya ves si me miran la mía en mis tiempos "solteria trasitoria" se pueden equivocar
:)
besos sanos
SILVIA TERESA:
ResponderEliminarQuerida Silvia, que bonito eso de flâneur. Así me siento, una caminante que vagabundea sin otro motivo que captar lo que vaya surgiendo a mi paso para divertirme o calmar mi dolor o mi desasosiego.
Nada de comidas, me apunto mejor a la sugerencia de tus tragos, mirando la luna mientras acaricio a mi gata loca que ronronea como una Harley.
Un abrazo,
MARIO:
ResponderEliminarQue hermosa esa letra de Sabina, es una gran poeta, me gusta escuchar sus canciones y aprenderlas de memoria mientras le doy a la bici estática imaginando con los ojos cerrados que transito por una campiña italiana con olor a tierra, limones y flores.
Creo que más que elegir la soledad se puede llegar a un pacto con ella y sentirte feliz si por las circunstancias que sean te has acostumbrado a ella y le sabes sacar partido.
Un beso,
MaRia:
ResponderEliminarEl mar, la mar, algún día se va a quejar de que le carguemos todos nuestros pesares, cenizas de nuestros muertos queridos, lágrimas arremansadas y malos rollos. Sin hablar de los plásticos que hoy me siento poética.
Cuando vivía cerca del mar iba cada día a su encuentro, e imaginaba que abría el horizonte y dejando escapar un hondo supiro todo mi desasoiego se iba por ahí, y depués al volver a juntar de nuevo el cielo y el mar me invadía la calma.
Que bueno es tener el mar a mano, MaRía. Eres afortunada, y también tener amigos y personas queridas para las que cocinar dulces.
Un beso,
Ayúdate a ti mismo...eso es verdad
ResponderEliminarNo sufro de tanto desasosiego por decirlo de alguna manera, pues como trabajo todo el día eso me mantiene a raya...pero para salirme de ello a veces o más d elas veces es meditando...un poco a diario me ayuda a sentirme equilibrada.
estes bien
El Otoño llegó y con él las hojas de los árboles adornan las calles de la ciudad, los amores se arriman al calor de la chimenea y las lágrimas no derramadas se almacenan en el recuerdo
ResponderEliminarCAMISA ROJA:
ResponderEliminarBienvenido sea tu lado poético. Me gusta y me provoca más.
¡Feliz otoño! o ¡Feliz primavera!, como gustes.
Un beso,
Vivo solo, la vida me está enseñando a ser buen amigo de mi mismo y a tratarme con bondad y generosidad
ResponderEliminarPaz
Isaac
Jajaja, Tesa, menudo entrenador te has buscado...así estás tú de guapa...
ResponderEliminarMe identifico contigo en lo de caminar y el sentido del humor. Y escribir. Escribo para liberarme de mis miedos y angustias, de mis fracasos, de todo aquello que temo. Las letras son para mi el mejor remedio. Respecto a la soledad, yo me siento muy bien conmigo misma. Y no soy una mujer solitaria ni mucho menos. Al contrario, me gusta mucho estar con gente, pero necesito mis ratos de soledad como el comer.
Fíjate que vivo con una gata. Mi gata Leticia, mi compañera de fatigas.
Confieso que me gustan los helados y el chocolate y cuando se tercia y la vida se pone chunga, le doy al dulce.
Besos a montones querida amiga.
Muito interessante, e criativa, essa maneira que encontraste para abordar a solidão! Fala-se muito sobre ela, como se fosse algo a ser evitado, mas, queiramos ou não, a solidão nos habita, desde sempre: tanto para nascer como para morrer; é ela que nos ensina a crescer, a amadurecer. Às vezes nos faz sofrer, outras vezes nos dá prazer, faz parte da vida. Não abro mão dela, porque a solidão faz parte da minha identidade como pessoa humana. Gosto muito
ResponderEliminarda companhia das pessoas, mas gosto muito também de minha companhia: gosto de ler, de pintar, de ouvir uma boa música, de escrever. E para isso é necessário
estar sozinha. Sinto muito prazer quando desfruto desses momentos, não sinto solidão quando faço isso. Prefiro um bom livro no lugar de um doce, ou de um
chocolate.
Muito boa, a tua postagem!
Beijos
Hola wapísima !!! ya de vuelta por estos mundos....
ResponderEliminarMi perdición los frutos secos y el chocolate negro pero lo que más me ayuda es salir a comer o cenar con amigos ... ahora como mi tiempo es muy limitado para salir, procuro no deprimirme ni sentirme sola jajajaja.... es cierto procuro ocuparme de cosas aunque no sean importantes ... si pienso me volvería loca ....
Un abrazo preciosa y hasta pronto
Los helados son una tentación que me puedo permitir y para combatir nostalgias me siento en el espigón de la playa con un buen libro y leo mientras escucho el rumor de las olas.
ResponderEliminarBesos Tesa.
Que expresivos y creativos diálogos...
ResponderEliminarCreo que estar solo y sentirse solo son cosas distintas, pero lo que te puedo asegurar es que me has tentado con el helado jajaja.
Y te podría decir que si los solitarios de mi país tuvieran que recurrir al Súper para sentirse menos solos estarían en problemas, tenemos una inflación que supera toda cordura, y estamos en vísperas de elecciones, más perdidos que Adán en el Día de la madre.
En fin es lo que hay...
Abrazos querida Tesa.
·.
ResponderEliminarCuando los recuerdos son buenos no los combino con nada. Cuando no lo son, tampoco, trato de desecharlos y ya está.
Eso si, no renuncio a un buen helado de Regma, de esos que no consigues acabarlos sin que te chorreen hasta los pies. Después curo el exceso con un chocolate superior al 85%
Bien hallada, que ya estoy de vuelta, para reencontrarme con tu creatividad
BPdMyN
.·
LMA · & · CR
¡Qué escena en el super, Tesa!
ResponderEliminarLos helados, el de menta y chocolate, es un vicio, es un buen plan para momentos frágiles, pero como ya sabes que soy cinéfilo, una buena peli de aventuras o una gran comedia puede ser mano de santo, aunque creo que lo mejor suele ser caminar y airearse.
Un vaso de whisky, solo y sin hielo, en un mal momento tampoco lo he descartado alguna vez, pero supongo que a veces, cuando las cosas ya, en fin, si se pierden las coordenadas de la realidad, hay que recurrir a la ficción, o a la creatividad. Aunque, de todas formas, no creo que siempre haya que compartir lo creado, pero quizá sea bueno transformarlo creativamente. Quizá, no estoy muy seguro de esto, a veces al crear algo que no es un buen recuerdo quizá se perpetua más de la cuenta... Es complicado.
Y lo de los buenos recuerdos, lo mejor, con la excepción de que el azar nos haga un guiño de esos afortunados, y de repente algo maravilloso se cruce en nuestro camino, por pequeño que sea. A veces es tan pequeño como cruzarte con un gato, o volver a escuchar una bella melodía, por casualidad.
Vaya, me han entrado ganas de comer helado, así por puro vicio, y hoy está cerrado que aquí es festivo.
Un abrazo.
SAM
ResponderEliminarHola, Sam, se nota que eres cinéfilo y ya has visto la película en esa escena del súper, real como la vida misma.
La verdad es que me encanta hablar con la gente, aunque no la conozca, en esta época en la que la mayoría van ensimismados con sus pantallas. Y descubro y aprendo mucho de estos ratos compartidos.
Sigo sin apasionarme por los helados, pero hoy se me antojó un mojito, y no tenía ron, ni hierba buena, así que nada, tendré que ir de compras para estas tardes, todavía demasiado calurosas para mi gusto otoñal, en las que me siento a charlar con Xavi y a echarnos unas risas como dos jubilados que aprovechan un rato sin obligaciones.
Un abrazo,
Pues yo como cuando tengo hambre... Y no cuando se da alguna de esas situaciones que apuntas, que no soy muy consciente de encontrarlas en mi día a día.
ResponderEliminarAl musculoso se le notan los ejercicios que realiza... Pero tú tampoco te quedas atrás en lucir el resultado de tus largos paseos...
Abrazos Tesa. ¡Muy bien todo! Chao.
Qué historia tierna, Tesa, te imagino perfectamente en la conversación. No se me ocurre acudir a los helados en momentos de nostalgia, intento buscar algo atractivo que hacer, o me quedo pensativa en el sofá, con la lágrima en el ojo, no creas que tengo muchos puntos medios.
ResponderEliminarMás besos, más cariños para ti, maravilla.
Hola Tesa! Muy interesante y divertido lo que escribes, por qué no?
ResponderEliminarRespondiendo a tu pregunta, te diré que no trato de evitar esos estados que comentas, todo lo contrario, aprovecho para dejarme llevar y realizar fotografías; son tambien muy buenos momentos de inspiración.
Muchos besos :)
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ResponderEliminar¡Hola Tesa! Buena tarde.
ResponderEliminarPues mira, yo cuando me invade la soledad, tomo chocolate y pongo la música que me gusta, esto en otoño e invierno, porque en primavera verano, lo que hago es salir de casa a pasear siempre encuentras gente agradable para que esa compañera que se llama soledad amiga de la tristeza… se aleje.
Me encantan todas tus letras, que sepas que tu literatura es muy importante, puesto que es la realidad, la vida diaria que muchos seres humanos afrontamos la soledad cada cual como puede.
Ha sido un placer pasearme por tu bello y divertido espacio.
Te dejo mi gratitud y mi gran estima.
Un besito y se muy, muy feliz.
Ah se me olvidaba. ¡Me encanta tu guardaespaldas!
Recuerdo una compra que hice antes de verano que consistió básicamente en 20 euros de helados. La cajera, con ánimo de ser encantadora, me dijo "Qué, ¿preparando fiesta en casa?"
ResponderEliminarY sí, menuda fiesta que me pegué yo sola en casa ese fin de semana sin más compañía que Netflix y 20 euros en helados.
(De la diarrea que tuve el lunes hablamos otro día).
En cuanto a lo que como/cuando me invaden todos esos sentimientos... en el último año he pasado desde épocas de atracones a semanas sin comer, de días enteros en casa sin salir a horas seguidas en el gimnasio... Últimamente me ha dado hasta por escribir en el blog, fijate-tú-la-locura ;)
Besos helados!
Me encantan esos momentos de soledad consentida, donde me olvido de todo y me pongo a escribir, y no recuerdo haberme sentido solo, jamás, quizás sea por el carácter tan positivo y optimista que tengo.
ResponderEliminarEn cuanto a los helados, que sepáis que no engordan nada; yo me como al año 365 helados, de postre; frutas, en las meriendas, y en las comidas verduras y pescados, y aquí estoy hecho un figurín.
Muy divertida tu entrada de hoy.
Un fuerte abrazo.