La primera vez que leí los versos de Poeta en Nueva York (1929-30), me sorprendió su
fuerza visual, su modernidad. Cada verso me sugería una imagen, me provocaba un
estado de ánimo.
Mi poemario, de tapas blandas y edición barata, está
manoseado, anotado, subrayado, con las puntas de las hojas dobladas y siempre a
mano.
Estos 13 montajes
son una libre interpretación, un divertimento, un homenaje a Lorca con toda mi
admiración por su obra.
Lo llamo Arte reciclado, disculpen el atrevimiento, porque
he ido recogiendo versos del poeta, fotos mías, algunas de internet que he
tuneado, un cuadro de Hopper, una
ilustración de Silvia Teresa Flota ...
... y hasta me he atrevido con algún garabato.