Paco, el paseador de plantas

Un día vi a un hombre solitario sentado en el lugar más soleado de una plaza de cemento. A sus pies había dos macetas regadas con esmero tomando el sol.

Era evidente por su aspecto que no eran recién compradas, por lo que de aquella insólita escena, que no me atreví a fotografiar, ha surgido esta historia.  
En la calle del Pez vive Paco, el paseador de plantas. Su casa como la de sus vecinos es oscura, húmeda y tiene las ventanas remendadas.
En los alambres de tender la ropa se columpian titiriteras las pinzas de colores compradas en el chino. 

Mallas con patatas, un barreño azul y el naranja butano de la bombona es la paleta de colores que combina con el gris de sus vidas y el ocre de sus paredes, que el sol roza sólo en el ocaso.  

Las escasas macetas de hojas desmayadas o con algún esqueje creciendo sin gracia por falta de sol, unido a la dejadez de la administración, deprimían a nuestro hombre cuando paseaba entre sus vecinos.

Fue por eso que Paco se dijo: si el sol no viene a las plantas de mi barrio yo las llevaré hasta el sol.

Y así fue como se hizo paseador de plantas.

El barrio de Paco se ha convertido en una réplica, a escala de pobre, de los jardines colgantes de Babilonia.

 
Paco se rige por el “Calendario Zaragozano” y adapta sus servicios a los caprichos y economías de la clientela:

Sólo plaza, un poco de playa, un paseo entre jardines…
Su top ten es medio día en el Botánico, un lujo asiático, que sólo se permiten algunos comerciantes con más posibles.

Además de sol, Paco les da conversación y les canta rozando sus hojas desde una copla para las clavelinas, a soleas para los geranios o un fandango para el azahar. El nomeolvides prefiere el tango. Y las aromáticas las canciones de Serrat.

Una vez concluida la terapia de mimos, las plantas se renuevan al calor del sol y se dejan masajear por las patitas de los insectos que se acercan a libar.

Entonces, Paco entorna los ojos, sonríe, y sueña con una casa encalada rodeada de olivos, jara y romero y una mujer morena de fino talle, con duende  y cabeza de pájaros que le haga reír y volar el resto de sus días. 

21 comentarios:

  1. No sé si os habéis fijado, pero las plantas que saca a pasear Paco levitan cuando él les canta.

    Al principio, las de barro no se atrevían a ir muy arriba, pero ahora se dejan llevar.

    (Una buena excusa para el montaje, de la playa que he hecho deprisa y corriendo)

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    Gracias a todas y todos los que os pasáis por el Almacén a leer y mirar estas historias ilustradas.

    Besos para repartir.

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  2. Maravillosa entrada!!!

    Querida Tesa: Gracias por tu comentario dejado en
    el blog de josefa.
    En él te declaras no creyente dices que no obstante siempre estas al lado del que sufre. Si algún día tenemos que dar cuenta de como hemos administrado nuestra vida a ti se te abrirán las puerta de par en par. Si lees el evangelio verás que solo se nos juzgará por lo que hayamos amado
    Dices que no estás de acuerdo con ciertas actitudes de algunos miembros de la Iglesia. Yo tampoco.
    Creo que predican el evangelio
    a su manera y olvidan que Jesucristo era todo amor a todos nosotros, en general.

    Bueno ahora otro tema. Estoy enganchada al haiku je je je.
    El próximo post que publique serán
    haikus de primavera que dedico a todos@ los amigos@ quiero dedicarte este personal mente.

    sol de primavera;
    la luz de Dios
    en esos ojos

    Un abrazo.

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  3. Maravilloso texto,como siempre y qué original;un paseador de plantas.Desde luego mucho más poetico que sacar al perrito con los guantes de plático preparados dentro del bolsillo.

    Te mando un fuerte abrazo y un millón de besos después de un "tiempecito",mi querida amiga.

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  4. ¿y por qué no?
    cada uno que pasee lo que quiera que no hace nada de daño con eso... hay cosas mucho peores.

    un relato muy original.

    biquiños,

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  5. ¡Qué bella historia, Tesa!

    Pasear las plantas, acercarlas al sol, mimarlas con todo el cariño del mundo.

    Me ha emocionado, es precioso.

    Un abrazo.

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  6. aquí se acerca el otoño, empieza a irse el sol. el paseador no organiza viajes a la primavera? tengo unas azaleas que se anotarían!

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  7. Que preciosisdad de historía. En cualquier lugar puede exixitir gente capaz de amar a las flores o a cualquier otra cosa, independientemente de su pobreza...es de admirar y me emociona

    Un abrazo

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  8. Tesa, ¿por qué nos enganchamos a tus historias?. Un poco por todo, creo.
    Hay ternura, imaginación, comicidad (la justa), denuncia social, sueños, pesadillas, más sueños, elegancia, fantasía, arte,colorido, ficción, realidad, fotos, textos, locura y cordura. (Y me quedo tan pancho!!!)
    Dicho esto, amiga, también te diré que Paco hace una labor ecológica, social y humanitaria muy florida. Además, eso de que sea al gusto del cliente es muy importante porque, digo yo, cada uno sabe los gustos de sus plantas y sus necesidades. Por ejemplo, yo tenía un colio medio chuchurrío que ahora está frondoso y con colores vivos desde que no siente la televisión ni oye hablar de la prima de riesgo, el ibex y el de Guindos ese. Y la planta del dinero parece una hippie de los años 60 flower-power de lo crecida y tupida que lleva la melena de hojas verdes. Y esto es porque un día adiviné que le gustaba el sol de media tarde entre sus ramitas y la sombra de una hucha de barro al mediodía. Y por poner otro ejemplo del mundo de las plantas puedo hablar de dos cactus que no me pinchan porque les recito poemas románticos y otros que me voy inventando sobre la marcha: También les hablo de mujeres con pájaros en la cabeza y terciopelo en el corazón. Y los muy tontos me dejan que les acaricie y no me pinchan aunque a veces pasen mucho tiempo sin una gota de agua. Ah, y la flor de Pascua de las navidades se ha puesto más roja desde que sabe que escribes y fotografías historias de plantas. Yo creo que está así porque es muy tímida pero que en el fondo le gustaría salir en un reportaje fotográfico tuyo tumbada en la playa y haciendo top-less (top-less de plantas, claro).
    Bueno, Tesa, ya ves que esto de los pájaros en la cabeza y las plantas que se sublevan con entradas de este tipo, está a la vuelta de la esquina. Mejor dicho, a la vuelta de la orilla :):):):)

    Muchos abrazos de Mos desde la orilla de las plantas, digo de las palabras.

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  9. Una delicia de historia Tesa.
    Una imaginación desbordante, es lo que tienes!!!
    mi a me gusta todo el texto y las imágenes que le acompañan.

    Una cosa Tesa... si tienes influencia con Paco, dile que si necesita una ayudante, me ofrezco a compartir su oficio.

    Un abrazo bien fuerte

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  10. Precioso!
    Quiero escuchar ese fandango para el azahar.

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  11. Ser paseador de plantas debe de ser algo maravillososo. Yo prefiero pasear entre ls plantas, el Botánico es una maravilla para eso. Me gusta Paco y su sueño, me gusta que no se acomode y luche por llegar y disfrutar con ello, y al final 'vencer'. Yo creo que volar ya ha volado, y la compañía para hacer juntos el vuelo seguro que llega pronto.
    Muchos besos

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  12. Preciosas imágenes..
    un abrazo!

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  13. SAM: contagiada por el buenazo de Paco, estoy a punto de sacar a las mías a dar una vuelta por el parque y así librarlas un rato del tráfico.

    Mientras, he empezado a conversar con ellas.

    Un abrazo, Samuel.

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  14. Anónimo13.4.12

    Yo hablo con mi planta de aloe vera, ahora mismo es la única que tengo. Le prengunto qué es lo que necesita y le pido perdón cuando tengo que cortarle una de sus hojas para uno de mis experimentos. No se me había ocurrido nunca escribir una historia sobre eso, pero si hay un paseador de plantas, ¿por qué no una conversadora con las plantas?

    Un besazo Tesa.

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  15. Opaco sería algo que impide el paso de la luz; Paco vendría a ser el guardián que abre las puertas para que el Sol (su único jefe en tan hermosa ocupación) continúe regando de vida todas esas plantas que con su voz callada nos hacen cantar.

    Besos, Tesa.-

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  16. ¿Cómo lo haces Tesa? ¡Qué preciosidad esa casa de Paco! No le falta de nada aunque me temo que Paco sueñe con otro tipo de cosas porque nunca se está contento con lo que se tiene.
    Al tender hoy la ropa, bajo un cielo amenazante que me creía que iba a caer el diluvio, he colocado las pinzas a mi capricho, mezclando sus colores, porque me has inspirado y las he hecho bailarinas de las que nos presentas. A ver si así me gusta tender ropa. Ahondándolas en las prendas lo mínimo para no afearlas como si fueran forzudos de circo, he ido combinando grandes y pequeñas para hacerlas vistosas y ese ballet de funambulista, en fila sobre las cuerdas, enmarcado con el gris del cielo, me ha hecho sonreir...

    -¡Qué cosas se le ocurren a Tesa- me he dicho.

    Luego, me he contestado a falta de que mis plantas lo hicieran:-Claro...Es que son cosas de Tesa.

    Ya estoy deseando que salga tu libro a la venta que seré una buena crítica.

    Muchos besos, Carmen.

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  17. ¡Bien escrito y bien ilustrado! Sencillez y pulcritud... me gusta.

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  18. MANUEL: Gracias por tu visita y comentario, Manuel.

    Según decía Oscar Wilde, "los placeres sencillos son el refugio de los hombres complicados" Y será por eso que me van las cosas sencillas.

    Un beso,

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  19. Sin duda Paco es un hombre de gran corazón :) Y comprendo muy bien la desazón que se le apodera cuando ve sufrir a sus macetas, a mí me pasa algo así, no soporto ver esas macetas llenas de tierra reseca... siempre me sorprendo al encontrarme con algún brotecillo amarillento y lleno de polvo que a pesar del desierto se empeña en sobrevivir. Tengo que ir a buscar agua donde sea y echársela encima, para que se de una buena ducha y unos buenos tragos...

    La foto del balcón es preciosa.

    Un abrazo :)

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  20. ¡Pasear a las plantas y flores!Qué fandango, que duende, que entrada Tesa, y que salidas al sol, también.

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  21. Que gusto visitarte, un saludo.

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