
Mi cuerpo, trampa-jaula, aprisiona a mi alma caminante y viajera. Desespero, me angustio y en mi sueño intermitente trato de darle ritmillo de blues a mis movimientos torpes. Mientras, a escondidas, tomo clases de vuelo por correspondencia hasta que me crezcan las alas.
"Mi cerebro me hará libre” Harry Houdini
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Si te apetece, busca en la estampa las diferencias entre martirios de toda la vida y martirios actuales |
-Ay, Sebastián desde pequeña los mártires me habéis fascinado. Esa manera de dejar que os maltrataran sin rechistar…sin perder la apostura…Ni la cintura.
-Es que somos unos santos, Tesa, y encima a nosotros nos salía, gratis. Pero… ¿y a ti?
-Me cuesta una pasta que me claven agujas, ahora lo llaman Acupuntura ¿sabes?, y los “verdugos” tienen sonrisas encantadoras y ojos rasgados. Y los de la bata blanca te recetan extrañas y temibles pócimas sin perder la sonrisa…
-Madre del amor hermoso, ¡Qué horror! Al menos en mis tiempos se les veía venir.
- Ya te digo. Y tú. Sebas, ¿cómo llevas lo del martirio?
- Bastante bien, siempre me hizo ilusión llegar a Santo.
- Ya… Tener un objetivo ayuda. Pero yo ni siquiera soy creyente.
- ¿NO?, qué faena, chica. ¿Ni budista ni de la New Age ni Taoísta…ni siquiera Marxista?
-Nada, guapo. Si no te importa, voy a tomar una píldora de esas que atontan y a echar una cabezadita.
-Hasta dentro de un rato, compañera.
*el título de este post corresponde a unos versos de un hermoso poema de Manuel Altolaguirre.